Edificada a principios de los años 40, tras la Guerra, la villa está inspirada en los pazos gallegos para recordar a sus dueños su procedencia atlántica. Construida con granito gallego y paredes blancas de estilo regionalista, su diseño se basa en una concatenación de diferentes volúmenes asimétricos, coronados por una torre mirador. Sobre ella se erige la veleta con dos gaviotas que dan nombre a la Finca.
El edificio está rodeado por tupidísimas trepadoras, una gran hiedra que cubre casi toda la superficie, que convive con una viña virgen, caduca, con una hoja que se vuelve roja en otoño y confiere a los muros colores nuevos y alegres.
EL PORCHE
Una de las partes más atractivas de la casa es el porche de granito en forma de L, que se abre desde el interior para un disfrute del aire libre y proporciona un espacio perfecto de sombra y frescor. Unas grandes cortinas blancas lo acercan a las tertulias de un pasado elegante, de las fiestas que se daban en esta gran casa. En las noches cálidas es el escenario perfecto de estancia y reposo.
LOS SALONES DE LA CASA
Para la restauración de la casa se ha contado con el prestigioso estudio de interiorismo Sierra + de la Higuera, especializado en dotar a los interiores de un ambiente clásico y elegante, pero de una gran contemporaneidad. En este caso, se ha optado por un magnífico suelo en damero dentro de un gran espacio para eventos en el que se puede hacer desde un banquete para 120 invitados o un cocktail de hasta 200. Los muros, de una calidez exquisita y ordenados mediante molduras incluyen paneles móviles con los que controlar el espacio, para eventos de diferentes aforos. Cuenta también con una barra de bar inspirada en los años 30 y una habitación exclusiva para las novias.
El salón se abre al espacio de la pérgola, de manera que ambos espacios se pueden convertir en uno.
LA TERRAZA
Para los más atrevidos, la terraza de la casa ofrece unas vistas panorámicas del jardín completo. Desde ésta se ven incluso las torres de la Castellana, dada la cercanía de la Finca con la ciudad. El espacio está literalmente coronado por la torre con la veleta de las gaviotas.