Finca maravillosa a 8 minutos de Madrid para celebrar una boda romántica diferente como de cuento

LA CASA

 

Edificada a principios de los años 40, tras la Guerra, la villa está inspirada en los pazos gallegos para recordar a sus dueños su procedencia atlántica. Construida con granito gallego y paredes blancas de estilo regionalista, su diseño se basa en una concatenación de diferentes volúmenes asimétricos, coronados por una torre mirador. Sobre ella se erige la veleta con dos gaviotas que dan nombre a la Finca.

El edificio está rodeado por tupidísimas trepadoras, una gran hiedra que cubre casi toda la superficie, que convive con una viña virgen, caduca, con una hoja que se vuelve roja en otoño y confiere a los muros colores nuevos y alegres.